EL CREADOR DE SUEÑOS

Donde la realidad se convierte en sueños y los sueños en realidad.

cuatro clásicos, cuatro grandes cómics

Hace poco me baje una colección de cómics a través de la mula que hacía tiempo que me quería leer, se trata de 'La Saga de los Aznar' (que nada tiene que ver con nuestro desgraciado ex-presidente), me he leido un par de números y no he podido evitar recordar (debido a su parecido) un gran cómic que me leí de pequeño como es, 'Flash Gordon' y junto a él 'Mandrake', 'El Principe Valiente' y 'El Corsario de Hierro'.

'Flash Gordon' (al de Raymon me refiero) era un serial dominical, de manera que tiene una narrativa muy distinta a la de los cómics habituales (es lo que más lo diferencia de los cómics de 'La Saga de los Aznar'). Debido a que tan sólo ponían una tira por periódico, en tan sólo tres o cuatro viñetas ocurrían mil y una maravillas y siempre en la última viñeta nos quedabamos con la intriga de que ocurriría, toda una demostración de genio narrativo y con un dibujo estupendo.

'El Principe Valiente', a diferencia del anteriormente citado, Harold Foster ya hizo este cómic con otras espectativas, y su narración es más clásica y estandar dentro del mundo de los cómics. Para los que se quejan de series largas esta no sé exactamente cuantos números seran pero si no se acerca al centenar no se queda corto. Aún así es un cómic que vale su peso en oro, tanto por un excelente dibujo como por un guión extraordinario.

'Mandrake', el gran mago de los cómics, todo un clásico en blanco y negro con su esperpéntico ayudante negro (y digo esperpéntico por que iba vestido con un gorrito rojo y un taparrabos de leopardo) y las decenas de mujeres hermosas que aparecían en cada aventura. Mandrake utilizará sus poderes, típicos de los ilusionistas que todos conocemos, pero que realmente son poderes auténticos y nos hará vivir cientos de aventuras.

'El Corsario de Hierro', más aventuras de una serie que supera el centenar de números, para que luego digan de la patrulla-x. El pirata más conocido de los cómics, una versión del Jabato pero para los mares (o el Jabato es una versión de este), con dos amigos muy peculiares, el gigante escoces Mac-Mec y Merlín, un mago de chicha y nabo que todo le sale al revés. Muy recomendable.

Bien, si tenéis la oportunidad y vuestro bolsillo os lo permite compraros estos cómics (y digo bolsillo por que son largas las colecciones y son caras hoy en día) y sino, pues la mula siempre está ahí para vosotros.

música del post:
Back in Black de AC/DC

6 Comments

¡Oh, Mac-Mec, imposible de olvidar! Digame Dreamscreator ¿conserva la colección de "El corsario de hierro?"

Por favor, la duda ofende. Tengo los cincuenta y dos números de los que consta la serie y releidos varias veces, así como los más de cien números de los "Guay!" que seguro recordará usted también.

Todo el papel entintado e impreso que han pasado por mis manos lo conservo como oro en paño y poco a poco mi colección se amplia, creo que el último recuento superaba ya la cifra de los mil quinientos :)

Me alegro Dreamscreator, me alegro.
¡Naturalmente que me acuerdo del "Guay"!

Ejem... ¿El "Strong" también lo conserva?

¡¿De nuevo dudando?! Por favor, por favor, acabaré tomándolo como una ofensa y retándole a un duelo como siga por esos derroteros... conservo y con gran cariño tanto los tomos de los "Strong", el "Hazañas Bélicas" y los "TBO"... ya le he dicho, que todo papel entintado e impreso esta a buen recaudo en unas cajas esperando a tener una pared propia, con una estantería propia donde puedan lucir toda su hermosura :)

Además, ¿no era yo el abroncado por no tirar nada y recolectarlo todo?

Conservo hasta mi primera obra magna, mi opera prima en el mundo del cómic como es "El Conejo Cazador" que no se usted si recordará, así como el Tente, los GIjoe, los clips o el minitronc, que durante un tiempo (hace ya lo suyo) estuvo en sus manos.

Reconozco que que no recuerdo nada bajo un título que suscita tan libidinosos pensamientos, seguro que usted sabrá perdonar tal dezliz en mi memoria.

Ni que decir tiene que recuerdo el Tente, los Gijoe, los Clips y, ¡por supuesto el Minitronc! que, como bien dice, paso por mis manos, que reconstruian con la ayuda de la imaginación las aventuras de aquellos héroes solitarios que cabalgaban por la ancha pradera (de la televisión).

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