EL CREADOR DE SUEÑOS

Donde la realidad se convierte en sueños y los sueños en realidad.

muertes e inmolaciones de primera clase

En estas últimas semanas hemos asistido a lo que yo podría definir como séconocidoyteharánmáscaso.

El martes pasado falleció el futbolista del Sevilla Antonio Puertas. Toda muerte es una tragedia, pero ha llegado a tal punto el impulso del fútbol que la muerte de este futbolista ha provocado mayor ajetreo que la muerte de Pavarotti o Wilder muertos también recientemente. Vale, este era español.

Pues ese mismo día murió un trabajador aplastado por una pared que se le cayó encima, pero no fueron cientos de personas a llorarle, ni a dejarle flores, ni ha ponerle su nombre a un polideportivo ni a consolar a su mujer, y quizá le hubiera hecho más falta. Ese trabajador, que probablemente estaba harto de un trabajo asqueroso, deja una familia sin sustento. Mientrastanto, Antonio Puertas, consiguió el sueño de vivir de lo que le gustaba y ganar millones, tendría lo que cualquiera querriamos tener.

¿Qué hace su muerte tan diferente? Nada. Cualquier muerte es terrible, pero cualquiera, la del futbolista o la del obrero.

Por otra parte hace unos días un inmigrante rumano se inmoló ante la Subdelegación del Gobierno de Catellón, la razón era que debido a su precaria situación no tenía ni para volver a Rumanía con su mujer y sus dos hijos para volver con su familia, pues evidentemente aquí las cosas no le habían ido bien. La ayuda siempre se le había negado y su desesperación llegó hasta el punto de quemarse vivo.

Hace poco el gobierno de Castellón ha dicho que correrá con los gastos del viaje de esta familia hasta Rumanía. Y yo me pregunto ¿y qué pasa con el resto de rumanos que se encuentran en su misma situación? ¿no tienen ellos tanto derecho como este hombre de volver? ¿tendrán que quemarse a lo bonzo para que les hagan caso?

Desde luego la hipocresía y el mal hacer de los gobiernos y la gente superán todo lo imaginable.