Pepu Hernández actual seleccionador nacional de baloncesto,
ha anunciado que se marcha... ¡noooooo!
En tres años ha conseguido renovar un equipo que se había estancado en el pasado convirtiéndolo en lo más grande, y nunca mejor dicho por que fuimos campeones del mundo. Consiguiendo también un honrisimo segundo puesto en los europeos, por milímetros no fuimos campeones y seguro que conseguirá una magnífica posición en las olimpiadas, entre los tres primeros apuesto yo.
Ese hombre que ama el baloncesto hasta tal punto que la final del mundial la jugo habiendo muerto su padre la noche anterior, y no dijo nada a nadie para poder jugar bien, para poder dedicarle la victoria a su padre.
Ese hombre que ha descubierto a Marc Gasol, que no nos engañemos, hasta que no fue a la selección no había explotado y fue gracias a esta que se convirtió en uno de los mejores (sino el mejor) cinco puros de toda europa.
¡Ese hombre no tiene que marcharse! Palabras textuales suyas dicen: "(...)He vivido tres años maravillosos aquí pero hay etapas que se terminan y es bueno que haya un cambio(...)". ¡NO! Hay un refrán que dice, si algo va bien, no lo toques. Pues ya ni os digo si algo va cojonudamente bien como es el caso de la selección.
En fin, la tristeza me embarga, es el primer buen seleccionador que hemos tenido (por lo menos desde que yo tengo uso de razón) y sólo espero que los próximos estén a la altura. Comprendo a la perfección por que se marcha. Pepu ama el baloncesto y ese es el problema. El caramelo de la selección, de ganar los títulos más importantes, es algo que atrae a cualquiera, pero a Pepu lo que le atrae es entrenar y no nos engañemos en la selección eso ocurre tres meses al año, mientras que en un equipo con diez. Y estoy seguro que por eso se va.
Dicen que suena el Unicaja como su destino, pero no me extrañaría nada que recalara en el banquillo del Estudiantes para rescatar a su equipo del alma (no me importaría que viniera al Pamesa).
Una desgracia para la selección española, que esperemos que le despidan con un oro, y una buena noticia para la liga ACB que recupera uno de los mejores entrenadores que tenemos.